17 nov 2013

Quien quiera religión, que se la pague




CARTA A UN AMIGO QUE CREE QUE LA IGLESIA CATÓLICA NO ESTÁ FINANCIADA POR EL ESTADO ESPAÑOL 

Querido amigo:

Habida cuenta de que eres víctima de otra de las mentiras que inventan los obispos españoles para seguir viviendo del cuento y del dinero de quienes queremos un estado laico,  intentaré desmontar la mentira en contra de la manipulación de quienes, como tú, obráis de de buena fe.

Vamos a ello.

Además de sus exenciones fiscales y de lo que perciben del IRPF de sus adeptos (crucecita en la declaración de la renta que  apenas les supone 200 millones de euros) el catolicismo también se financia con un dinero totalmente público procedente de los impuestos de todos, incluidos agnósticos y ateos.

El dinero que la Iglesia católica percibe de las arcas estatales (con desprecio al resto de confesiones por agravio comparativo) rebasa los 10.000 millones de euros repartidos en conceptos varios; un montante que procede de los presupuestos de las distintas administraciones públicas como son el Estado, las comunidades autónomas, las diputaciones y los ayuntamientos.

Todo ello sin contabilizar ciertas partidas "excepcionales" que a modo de santas propinas ponen las guindas de tan injusta tarta. Por ejemplo, los 60 millones de euros (en metálico o en especie) que en su día sufragaron los gastos de seguridad, limpieza, organización y cesión de terrenos en la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud, cuando Benedicto XVI aun era papa.

Cuando Rouco dice, a través de sus portavoz Camino, que "si los católicos no pusiera una cruz en la casilla del IRPF, la Iglesia no percibiría ningún dinero”, miente como un bellaco. Pues, además de los  los 200 millones de euros procedentes de la casilla de la declaración de la renta (cantidad relativamente pequeña), la financiación del catolicismo español procede de varias partidas de los Presupuestos Generales del Estado y rebasa los 10.000 millones de euros.

Veámoslo a continuación y empecemos con las nóminas de los profesores de religión, cuyo importe va directamente desde las arcas públicas a los presupuestos de la Iglesia Católica. Sólo para centros escolares se trasvasan más de 3.500 millones a los que hay que sumar otros 600 destinados a pagar a los profesores de Religión u otros docentes en centros concertados.

Sigamos con las exenciones fiscales que se aplican al inmenso patrimonio inmobiliario que posee la Iglesia, y no a sólo los centros de culto sino a los miles y miles de pisos (muchos de ellos procedentes de donaciones testamentarias de ancianos y ancianas que dejan sus bienes a la Iglesia, a veces aconsejadas por su confesor)  que tienen exención del pago impuestos como el del IBI o el de patrimonio, dejando de percibir el Estado 1.000 millones de euros por dichos conceptos.

Pero aun hay mas.

En concepto de atención sanitaria, el clero percibe 3.200 millones de euros para financiar tanto sus dispensarios y centros para transeúntes como hospitales y centros de salud dirigidos por órdenes religiosas, obras tal vez encomiables pero cuya responsabilidad no corresponde a la Iglesia por disponer el Estado de una red sanitaria pública que, en teoría, no hace proselitismo de credo o religión alguna.

Sumemos ahora el pellizquito de 25 millones destinado a pagar a los funcionarios con sotana, un dinero  abonado por el Estado como sueldo de los religiosos que ejercen como capellanes en cárceles y cuarteles. Por cierto, ¿existen pastores protestantes, rabinos judíos, sacerdotes anglicanos y ortodoxos, etcétera, etcétera que ejerzan en cárceles y cuarteles de España subvencionados con cargo al contribuyente? La respuesta es no.

Otro regalillo de papá Estado son los 500 millones que recibe el clero en concepto de “monumentos”. Una propina con la que se financia las labores de conservación de su inmenso patrimonio artístico.

Ya por último, reseñemos los más de 290 millones que todos (creyentes y no creyentes) regalamos al catolicismo español en concepto de subvenciones para eventos religiosos y asociaciones de ámbito local.

Todos los datos aportados proceden de los ejercicios de 2011 y 2012, pero es de suponer que en el ejercicio presupuestario actual las cifras sean mayores habida cuenta de lo proclive que es el PP a beneficiar al catolicismo .

Estimado amigo, confío que ese Dios en quien crees,  me haya iluminado para que aporte luz a la oscuridad que te impide ver la verdad.

Recibe un abrazo y mis mejores deseos.

http://lainfinitaespiral.blogspot.com.es/2013/11/quien-quiera-religion-que-se-la-pague.html
martes, 12 de noviembre de 2013

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